POEMA SEPTIEMBRE Y MIS SENTIMIENTOS
Es sensacional
ver algo igual,
con un ojo marrón
y otro amarillo,
ese pelo que une
el verano y el otoño,
esas manos largas
como ramas,
esa cara que invade
mi corazón
en un silencio
profundo
ver algo igual,
con un ojo marrón
y otro amarillo,
ese pelo que une
el verano y el otoño,
esas manos largas
como ramas,
esa cara que invade
mi corazón
en un silencio
profundo
POEMA PETENERA
Destroza el madrugar cuando llega la primera andanada
del sol, que se viste con el viento cuando llega la mañana.
La luna se estremece al pasar de reina de las sábanas
A jefa de mendigos luciendo por las casas.
Rugiendo salta el mar, espuma de humedales sin armisticio.
La arena se rebela por no ser más que suelo y precipicio.
El monte se despeja con el agua, y al saltar por el abismo
engendra los guijarros y pare el obelisco.
Las luces del poblado van cediendo su presencia y ven
cómo los rayos amarillos de su rey siempre vencen.
Sin luchas, sin rencores y sin heridas se convencen.
Sin heridas se convencen.
Repiten sin cesar las gaviotas sus aventuras y desvelos,
impulsos e instintos que se centran en cacerías y en vuelos.
Y saltan de alegría, y tocan con sus picos el cielo.
Por inaugurar, aún vivas, un día nuevo.
del sol, que se viste con el viento cuando llega la mañana.
La luna se estremece al pasar de reina de las sábanas
A jefa de mendigos luciendo por las casas.
Rugiendo salta el mar, espuma de humedales sin armisticio.
La arena se rebela por no ser más que suelo y precipicio.
El monte se despeja con el agua, y al saltar por el abismo
engendra los guijarros y pare el obelisco.
Las luces del poblado van cediendo su presencia y ven
cómo los rayos amarillos de su rey siempre vencen.
Sin luchas, sin rencores y sin heridas se convencen.
Sin heridas se convencen.
Repiten sin cesar las gaviotas sus aventuras y desvelos,
impulsos e instintos que se centran en cacerías y en vuelos.
Y saltan de alegría, y tocan con sus picos el cielo.
Por inaugurar, aún vivas, un día nuevo.
POEMA A MI MONEDA
El dinero no es lo principal,
las monedas son algo temporal,
y si falta, no hay que darse mal,
la paga cada periodo semanal
y los impuestos, cosa regional.
Ese lado brillante que nadie sabe
Ni siquiera el rey parlante
De lo sucio que es su rostro
En mi bolsillo guardo a oscuras
Ese tesoro que me arruina
Con mi moneda que te aparentara
Un hombre con riquezas
las monedas son algo temporal,
y si falta, no hay que darse mal,
la paga cada periodo semanal
y los impuestos, cosa regional.
Ese lado brillante que nadie sabe
Ni siquiera el rey parlante
De lo sucio que es su rostro
En mi bolsillo guardo a oscuras
Ese tesoro que me arruina
Con mi moneda que te aparentara
Un hombre con riquezas
POEMA DE LA VIOLENCIA DE GÉNERO
Es que ella no sabe lo que es el amor
Solo sabe de golpes y desolación
En su cara refleja la pena y el dolor
Es que ella no conoce que el hombre que un día la enamoro
Duele más el sufrimiento que cualquier moratón
Se refujia en su alma de cualquier porrón
Donde los golpes pasaron como rutinas
Donde su siesta está en la paz de tu armonia
Y en tu ventana gritas al cielo pero lo dices callada
No valla a ser que se despierte el que maltrata
Lo que daría yo por cambiar su temor por una estrella
Donde sin golpes viviera ella sola
Lo que daría yo por parar su reloj en madrugada
Para que durmiera tranquila y sola
Su mejilla dibuja color sangre
La mano de aquella pobre desesperada
Princesa que ya no sabe lo que hacer y que a perdido el rumbo
Un día llegó a un mar de dudas, de muerte y locura
En lo más profundo de su alma guarda a oscuras
Solo sabe de golpes y desolación
En su cara refleja la pena y el dolor
Es que ella no conoce que el hombre que un día la enamoro
Duele más el sufrimiento que cualquier moratón
Se refujia en su alma de cualquier porrón
Donde los golpes pasaron como rutinas
Donde su siesta está en la paz de tu armonia
Y en tu ventana gritas al cielo pero lo dices callada
No valla a ser que se despierte el que maltrata
Lo que daría yo por cambiar su temor por una estrella
Donde sin golpes viviera ella sola
Lo que daría yo por parar su reloj en madrugada
Para que durmiera tranquila y sola
Su mejilla dibuja color sangre
La mano de aquella pobre desesperada
Princesa que ya no sabe lo que hacer y que a perdido el rumbo
Un día llegó a un mar de dudas, de muerte y locura
En lo más profundo de su alma guarda a oscuras